Holiiiiiii
Bueno muchach@s, en relación a la Entrada Anterior, hoy os traigo esta otra que me parece necesaria, puesto que por redes estoy viendo muchas críticas (buenas y malas) al echo de INGERIR BICHITOS... Y es que, inconscientemente, tod@s los tomamos!!
Nutricionalmente hablando, nuestra relación con los invertebrados ha sido larga. Es seguro que durante todo nuestro proceso evolutivo los hambrientos homínidos no pudieron desdeñar una fuente alimenticia tan abundante. Y es que, desde la antigüedad se ha visto reflejado en las escrituras: en las primeras menciones de la Biblia, donde San Juan Bautista en el desierto se alimentaba de langostas; en La Antigua Grecia o Roma, donde Aristóteles era un gran aficionado al consumo de cigarras, y Plinio «El Viejo», en su «Naturalis Historia», narraba cómo los patricios romanos enloquecían por las larvas de insectos criados en harina y vino; más actual nos encontramos a los aborígenes australianos o países del sudeste asiático, África o Sudamérica que consumen insectos casi de forma diaria.
Además, que un@ no consuma insectos de forma consciente, no quiere decir que estos no aparezcan de manera rutinaria en nuestra dieta, de hecho, los consumimos sin darnos cuenta, porque es prácticamente imposible hacerlos desaparecer en su totalidad de las frutas, verduras y harinas que sí tomamos conscientemente…
Y es que, seamos francos, la agricultura NO se desarrolla en un entorno aséptico que esté libre de bichos. En realidad, cuanto más ecológica y libre de productos químicos es, más protagonismo tendrán nuestros inquietos amiguitos de hoy...
La industria admite como normal la presencia de pulgones en el brócoli, larvas en la fruta en conserva o fragmentos de exoesqueletos de insectos en el chocolate. Se calcula que consumimos entre 453 y 907 gramos de carne de bicho al año.
Tanto es así que la FDA (Food and Drug Administration), el organismo que controla la seguridad alimentaria en EEUU, tiene límites específicos acerca de cuántos insectos pueden contener ciertos alimentos. Por ejemplo, 227ml de zumo de naranja pueden contener LEGALMENTE hasta cinco moscas de la fruta; en 100g de espinacas congeladas puedes encontrar 50 ácaros, pulgones y hasta un poco de oruga.
Desde el 1 de Enero ya se pueden comprar insectos en España para consumo humano de forma legal, como os contaba en Esta Entrada.
Es lo que la Unión Europea llama «Novel Foods» y supone un cambio significativo para Europa. Algo que es de lo más común en otros países. Muchos insectos son ricos en proteínas, grasas buenas y tienen un elevado contenido en calcio, hierro y zinc.
Hay que recordar que cada gramo de proteína obtenida a través de los insectos es mucho más sostenible que la proporcionada, por ejemplo, por los mamíferos.
Medioambientalmente hablando, consumiendo insectos, se consumen menos recursos, algo que puede ser de notable importancia en un planeta que se encamina a los 8.000 millones de habitantes.
¡¡Abre tu mente!!
Las nuevas modas culinarias nos los acercan cada vez más y, posiblemente, sea hora de mirarlos con otros ojos. Su contenido proteico en general es excepcionalmente alto (entre un 40 – 50%) y proveen más alimento utilizable por kilogramo que el pollo o la ternera, algo que puede ser la solución al hambre del mundo de cara al horizonte de 2030, cuando seamos 9.000 millones de personas, según un informe de la ONU.
Las barreras culturales que nos impiden comernos una nutritiva termita voladora de Ghana, las orugas de polilla gigante australiana, los grillos vietnamitas o las siempre deliciosas hormigas «culonas» colombianas son las mismas que hacen que consideremos una delicia, la gelatinosa ostra y el baboso caracol... ¿Realmente existe tanta diferencia entre comerse un saltamontes y un langostino?
Conviven con nosotros más de 1.600 variedades comestibles dispuestas a cautivar los paladares más exquisitos. No sabemos lo que comeremos dentro de 20 años, pero desde luego, bajo mi punto de vista, creo que el ser humano no debería seguir privándose de una de las principales fuentes de alimento que nos proporciona la naturaleza: los insectos.
Alguien se viene conmigo a probarlos ¿? Nunca encuentro nadie que me quiera acompañar.... Jajaja
Y na más chic@s! Ya sabéis, abrid vuestra mente y a comer! =)
Chaaaaaaaaaaaau