Tasa Rosa y Tasa Azul ¿? Por qué ¿?

Hoola muchach@s! 

Jo, llevo una temporada muy cañera con el blog, no hago más que quejarme de la sociedad, pero es que esto de poder volver a pensar es lo que tiene… Sí sí, como lo habéis leído, “volver a pensar” porque lamentablemente llevaba 2 años totalmente alienada haciendo cosas mecánicas sin tener que pensar demasiado... jajaja

Total, que mientras montaba la Entrada del otro día sobre la tasa rosa de las mujeres, no pude evitar pensar que, en muchas ocasiones, quizá los hombres también son víctimas de una situación parecida y a veces hasta inversa y no nos damos cuenta, no? 

Ojo, que no trato de contradecir a nadie, pero me he propuesto demostrar empíricamente que el impuesto injusto y muchas veces sexista, tiene también un color diferente al rosa: el azul. 
Es decir, me he documentado y es cierto que existe también una TASA AZUL sufrida por los varones. 

Desde mi opinión, estas dos tasas son sólo las dos caras de la misma moneda, resultado de una ley de oferta-demanda que sexualiza intencionadamente el consumo, penalizando siempre al que está dispuesto a pagar más. 

Que de qué hablo? Seguid leyendo… 

El otro día llegué a la conclusión de que la tasa rosa no responde, en muchos casos, a causas sexistas, si no, a una estrategia de marketing como también sostiene el Boston Consulting Group. 

Por norma general, las chicas tomamos entre el 80-90% de decisiones respecto a la compra de comida, electrodomésticos, belleza, etc del hogar y por este hecho representamos alrededor del 70% de la fuerza de consumo, es decir, en términos generales, las mujeres somos más consumistas, gastamos más. 

Qué pasa con esto? Pues que las empresas lo aprovechan para metérnosla doblada y sacar el máximo de beneficios. 

Como ya os contaba en Esta Entrada de hace unos días, desde la Organización de Consumidores en Acción se pidió que multaran a los supermercados DÍA, Carrefour y Lidl (entre otros) por sus supuestos "precios sexistas”, pero, ¿existe realmente esa discriminación en los precios por razones de género? ¿Pagan las mujeres más que los hombres en los productos de higiene por el simple hecho de ser mujeres? Y si es así, ¿se "inflan" estos artículos con una tasa impositiva mayor por el hecho de ir dirigido a cierto público? 

Según un análisis realizado por el portal tiendeo.com, tras una comparativa de precios en más de 800 catálogos de categorías de supermercados, moda, electrónica y perfumería, se dio a conocer que ciertos productos/catálogos van enfocados a un género u otro en función de lo que consumen. 

Así, determinaron que la moda y los complementos de hombre son entre un 23% y un 38% más caros que los mismos productos, pero destinados a mujeres. 

Y, en base a esto, y siendo totalmente imparcial, si hay una parcela en la que las mujeres somos claramente beneficiadas es, sin duda, en las grandes cadenas de ropa. Un paraíso construido a la medida para el regocijo femenino donde, por el simple hecho de tener pene, en muchos establecimientos han relegado la moda masculina al ostracismo de un pequeño rincón en la zona más alejada de la última planta... 

En contrapunto, según el análisis realizado en 2016 por el diario The Independent, y siempre hablando en términos generales pues existen los casos contrarios, los hombres no son tan proclives a consumir, por ejemplo, productos de belleza, por lo que no son objeto de subidas de precio y ahí es donde nos la clavan: los productos cosméticos destinados a mujeres son entre un 11% y un 89% más caros que los destinados a los hombres!!!!!
Ante este hecho, los expertos de marketing se justifican diciendo que la única forma de atraer la atención masculina hacia determinados productos de este sector es a través de una bajada notable en el precio... No sé yo hasta qué punto... =( 

Por último, algo que me inquieta bastante desde que escuché de niña eso de "al pasar la barca, me dijo el barquero, las niñas bonitas, no pagan dinero". Vaya, y eso por qué? Qué pasa, que las niñas feas tendríamos que pagar lo de las bonitas también?? Quién va a considerar y en base a qué si yo soy “bonita” o “fea”?? 

Pero mi indignación infantil va más allá, gracias a una injusticia que en la vida adulta se sigue confirmando en el punto más claro y denigrante de este experimento cutre que he desarrollado... La estocada final a la tasa rosa: Las entradas a la discoteca. 

Aquí, literalmente, la tasa azul se mea en la boca de la tasa rosa. ¿Cuántas veces has oído eso de "chicas gratis" mientras que los chicos sí tienen que pagar? Y eso si les dejan entrar, porque muchas veces he visto a los puertas ponerles pegas a chicos bien por su calzado, por su camiseta o incluso por su cara. Seamos sinceras, siendo mujeres podríamos entrar en bata de franela que a los porteros no les importaría una mierda, y eso tampoco es justo...

Eso me lleva a pensar... ¿Qué somos? ¿Ganado? ¿Un reclamo para los hombres? Por norma general, suelo huir de los garitos con este tipo de mensajes machistas y misóginos (porque es lo que son), porque sí, amig@s, yo me quedo con la segunda parte de la mencionada canción: "Yo no soy bonita, ni lo quiero ser, yo pago dinero como otra mujer", y es que servidora prefiere pagar su entrada y su copa, antes que verse cosificada por un garito de mierda en el que nos tratan como eso: Ganado. 

Sin embargo, y termino ya con este rollo que os he soltado hoy, tanto la estrategia comercial como la inmoralidad de estas prácticas sexistas en pleno siglo 21, no justifican en ningún caso que l@s consumidores de a pie tengamos que tener la boca cerrada ante esta injusticia, así que desde este nuestro lugar, creo que deberíamos intentar acabar con este fenómeno y fomentar un consumo más justo en la medida de nuestras posibilidades. No os parece? Qué opináis vosotr@s?

Hasta aquí mi paja mental de hoy... jajajaja

Nos leemos! Sed buen@s!