Toy Story 4. Mi opinión

Hooooola muchach@ssS!

Hoy os traigo una entrada de reseñas de cine. A ver si puedo dejaros de vez en cuando alguna, porque igual os resulta interesante y no lo estoy explotando... jajaja

La peli de la que os quiero hablar hoy, como habéis visto ya en el título, es TOY STORY 4. Y vaya por delante que lo que voy a decir aquí es únicamente mi opinión. Ni me han pagado ni nada por el estilo y por supuesto, lo que a mi me ha gustado (o disgustado) puede ser diferente para otra persona.

Pues bien, tras casi 25 años viviendo Toy Story (Madre mía, que mayor me siento diciendo estas cosas... jajajajaja), Pixar nos acerca la que probablemente sea la "película de cierre de saga" con más sentimiento y mensaje profundo de todas las que ha hecho...

De cualquier manera, este final, para mi ha sido ciertamente inesperado, porque pensé que se terminó con la tercera con un final muy pero que muy emotivo. Yo por mi parte estaba satisfecha con ese cierre, por lo que esta peli me ha pillado un poco de sorpresa, pues no me parecía necesario hacer otra película y sinceramente, cuando vi el trailer pensé que la estaban haciendo para estirar un poco más el chicle económico y sacar más de la saga.

Vaya si me equivocaba con lo de que no era necesaria!!

Toy Story 4 es realmente el cierre (esperemos) de esta maravillosa saga, porque va más allá de los valores de compasión, perdón y aceptación de la película anterior, y en esta encontramos una reflexión absolutamente madura sobre la vida, sobre la muerte, la trascendencia de nuestros actos, la independencia, etc. Vamos, que está bien surtida esta entrega también de valores.

Os cuento la situación: me encontraba haciendo tiempo, SOLA, en el centro comercial de San Sebastián de los Reyes en Madrid. Como no soy de estar de tiendas, porque odio comprar ropa, se me ocurrió ver una peli en el cine y casualmente, estaba Toy Story 4 en cartelera, así que allí que me fui.

Pues bien, a parte de la jartá a llorar que me pegué, esta entrega da un ejemplo de empoderamiento en el sí mism@, brutal. Lo que viene a decirnos es que ante ese vacío existencial que en algún momento tod@s hemos sentido porque no nos sentimos precisamente útiles, o que de una forma u otra hemos sido rechazad@s, ante esa adversidad, siempre habrá alguien para quien signifiques muchísimo más de lo que imaginas. Todo esto, mezclado con el sentido del humor típico de los personajes secundarios, no puede pasar desapercibido.

Sí, amig@s, Pixar lo ha vuelto a hacer. Ésta puede ser la película menos interesante de la saga y aún así es una conclusión perfecta y una obra maestra de entretenimiento que golpea hondo en la locura de una generación que sufre y pelea por entender su verdadero lugar en el mundo.

Como no os quiero hacer muchísimo spoiler, me voy a ahorrar los detalles que me encantaría contaros, por eso de que la veáis sin demasiada información extra.

Simplemente deciros que en esta peli volvemos a encontrarnos con Bo Peep, esta vez necesariamente empoderada, que acepta su destino y lo cambia a su antojo en función de sus necesidades.

Por otro lado encontramos a un Woody que se aferra a seguir siendo el juguete favorito de Bonnie, cuando ella claramente prefiere a otros de sus compañeros (como Jessie y Buzz).

Bonnie va a su primera clase con Woody y allí crea a Forky, la estrella de esta nueva peli, a partir de basura y enseguida se convierte en su mejor amigo juguete.

Más adelante asistimos al reencuentro entre los casi amantes de Teruel de Pixar (Woody y Bo Peep) tras más de una década separados. (Y cuya separación nos han mostrado al inicio de la peli)

Por último, vemos a una Jessie venida a menos, desde mi punto de vista y varios gags divertidos provenientes de Buzz y su "voz interior" y de los nuevos personajes: Duke Caboom, Ducky y Bunny.

El punto siniestro, que no podía faltar, lo ponen la obsesiva Gaby Gaby y su séquito de muñecos ventrilocuos al más puro estilo Scream... Que al final aprende una gran lección.

Entre toda esta acción y todo este movimiento, Toy Story 4 no deja que te distraigas un solo segundo. De nuevo, la animación es espectacular, pero, encima de los logros visuales habituales de Pixar, esta película tiene un enorme cuidado en el diseño, en la profundidad de campo, en la construcción paciente del más mínimo personaje. Todos los fondos que vemos son hermosos, todo lo que recibimos es rápido y dinámico, todo lo que escuchamos es tremendamente hilarante. Esta película puede parecer la menos profunda de Pixar aunque es, quizá también, la más divertida. Pero, encima de la hermosa animación, de los personajes hilarantes y del constante movimiento hay una hermosa reflexión sobre nuestra necesidad, como generación abandonada, de libertad.

Esta película nos da una lección a través de la inmortalidad de Woody al mostrar que la felicidad también es una responsabilidad. Que es difícil dejar atrás el calor familiar, lo que nos causa nostalgia, lo que nos hace sentir acompañad@s, pero hay que forjar caminos propios, comúnmente solitarios, fuera de lo que nos reclama una sociedad prescriptiva. 

Más allá de pasar 100 minutos de puro deleite en el cine, Toy Story 4 le dio un cierre diferente a esta saga; un cierre inesperado; un cierre que cala hondo y que propone reflexionar, con profunda inquietud, sobre la facilidad de la nostalgia. Por eso, a pesar de ser una película en apariencia innecesaria, Toy Story 4 es el final más adecuado para una saga que nos vio crecer y que, de muchas maneras, nos mostró nuestro mundo con una perspectiva única, cándida y amorosamente lúcida. Este mundo puede ser terriblemente hostil y, tal vez, no tengamos hasta el final a un amigo fiel; tal vez todos nos abandonen y, tal vez, no nos quede más que el recuerdo. Aún así, vale la pena aventurarse más allá de lo que conocemos, vale la pena cambiar la forma en que pensamos, vale la pena romper las cadenas que nos impuso nuestro propio miedo. Porque, hay mucho más allá afuera.

Así que en conclusión, que me lío:

El primer momento en el que sentí un nudo en la garganta al ver Toy Story 4 fue en la primera imagen... Ahí recordé mis viejos juguetes, recordé que, en el momento de la primera película, era una persona que todavía no había decidido, para bien o para mal, lo que sería su vida. Ahora soy alguien muy distinta, después de 25 años esta nueva entrega me sumerge en un viaje que me hace ver el pasado sin dejarme volver a él. Así que lo único que puedo decir es que, para mi, Toy Story 4 es el final perfecto para una saga que nos ha acompañado durante 25 años: una oda a la inteligencia y a la necesidad de trascender la nostalgia.

Nos leemos muchach@s!! Espero que si aún no la habéis visto, esta entrada os lleve al cine más cercano que tengáis y disfrutéis de esta fantástica película tanto como yo lo hice. (Y que me lo contéis, claro!! jeje)

Chauuuuuu.