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lunes, 30 de octubre de 2017

Mi historia con las dietas. Parte 3. Fin de la historia. =)

BuenassS!!

Por aquí estoy de nuevo para terminar de contaros MI HISTORIA... ¡¡Seguimos!!

Comenzaré con una cita de una listilla de Hogwarts a la que admiro:
"Temer un nombre, sólo incrementa el temor de lo nombrado"

La palabra "Gorda" es una palabra siempre, mal que nos pese, está unida a aspectos desagradables. Habitualmente es un adjetivo que, no sé muy bien por qué, se utiliza para insultar a la persona, y yo, llegué a temer profundamente esa palabra...

Bien, yo tuve una época en la que, aunque nadie me lo decía, (salvo la susodicha enfermera de la que os hablé Aquí, claro) me sentía gorda. Además, en mi fuero interno, estaba reforzando la idea de que la palabra “gorda” era una ofensa, de que no era algo bueno, de que no debía pronunciarla...

En la actualidad, gracias a muchas personas famosas y no famosas que están valorando y mostrando sus cuerpos tal como son, independientemente del peso que tengan, el estar “gordita” ha pasado incluso a ser cool. Pero seguimos sin llamarle por su nombre, utilizamos el eufemismo “curvy” que quiere decir curvilínea. Detalle que además no siempre va con estar gorda, porque puedes tener curvas estando delgada, y no tenerlas estando gorda. Es decir que “curvy” sigue sin definir a las personas gordas.
¿Por qué no podemos decir “esa chica gorda” o “ese chico gordo”? ¿Por qué si somos nosotras las gordas nos duele que nos llamen así? Pues porque nos han enseñado que es algo malo, negativo, un ataque a nuestra persona en toda regla, cuando es únicamente una acepción.

Esto, sinceramente creo que es una de las muchísimas cosas que la sociedad debería empezar a replantearse, puesto que, NADIE, y digo NADIE, debería sentirse ofendida al verse con unos kilos de más y por supuesto no sentirse ofendid@ si alguien se lo dice.

En fin, que me lio... Volvemos a mi situación:

Me encontraba en un momento de mi vida, midiendo 1,70 y pesando cerca de 75kg. Much@s afirmaréis que es un peso adecuado para la estatura que tengo y no digo que no, pero para mi se convirtió en un problema cuando intentaba correr 300m y me ahogaba, literalmente...

Fue entonces cuando, con el apoyo de mi chico y mi familia, decidí ponerme en manos de un verdadero profesional. Me fui a mi farmacia habitual, que tienen una nutricionista que es una pasada.

Me habló de la DIETA COMPLETA CINFA

Es una dieta NADA restrictiva, que te permite bajar de peso, de forma totalmente saludable, con 3 suplementos alimenticios que ayudan a perder el peso en 6 semanas y mantenerse a lo largo del tiempo (de hecho, yo sigo en el mismo peso que dejé aquel día que dejé la dieta, kilo arriba, kilo abajo)
Juntas hicimos un plan basado en el siguiente árbol de especificaciones:


Concretamente el mío era el plan amarillo (en base al peso que tenía, la altura y el tipo de actividad que solía hacer):


Os dejo aquí el menú de la primera de las tres fases, aquí encontramos los intercambios:


¿Qué son los intercambios? ¿Cómo funciona?

1 intercambio es la cantidad de alimento específico que tienes que comer de los diferentes grupos. Como os decía arriba es una dieta que no restringe ningún alimento concreto, simplemente tienes que seguir un menú establecido (eligiendo tú mism@ los primeros, segundos y postres) y hacer deporte, mucho deporte (para que os hagáis una idea yo hacía un mínimo de 2h de cardio + fuerza + tonificación, 4 veces a la semana).
Os dejo la hoja de los intercambios de la primera fase:


La primera fase, es la fase de choque, la más restrictiva en cuanto a cantidad de alimento que se ingiere, pero, gracias al suplemento del saciante, yo conseguía no pasar absolutamente nada de hambre. Como lo leéis!!! A veces incluso comía menos de lo que debía porque no tenía hambre!!!

Si queréis más información de las otras fases, dejadmelo en los comentarios.

Para terminar os diré que consegui bajar en esas 6 maravillosas semanas, entre 13-16Kg, de los cuales no he tenido ni efecto rebote ni problemas a nivel psicológico; bajé 12cm de cintura y aumenté mi capacidad pulmonar en un 45%, ya no solo podía correr los 300m sin asfixiarme, sino que podía correr de forma continuada con una recuperación más que satisfactoria.

La dieta cambió mi cuerpo, a nivel de forma, pero también de fondo y sobre todo a nivel psicológico. Ya nunca más volví a temer aquella palabra... 

Sí señores y señoras, estuve gorda, ¿y qué?... Lo importante es sentirse a gusto con un@ mism@ y sobre todo ESTAR SAN@! Y recordad, PUEDES HACER CUALQUIER COSA QUE TE PROPONGAS, SI CREES EN TÍ MISM@! Eso nunca lo olvidéis!!

Y hasta aquí mi historia muchach@s, espero que os sirva de ayuda. ¿Conocíais esta marca? ¿Y esta dieta? 

Perdonad la extensión de esta última entrada... =)

Nos leemos!!

domingo, 15 de octubre de 2017

Mi historia con las dietas. Parte 2

Hooola de nuevo chic@s!!!

Bueno, bueno, bueno... 

En la Entrada Anterior (Pinchad Aquí si no la habéis leído aún) hablábamos de las DIETAS, hoy entro de lleno a contaros MI HISTORIA, así que, si queréis saber más, quedaros a leerla que empezamos:


Nací en el año 1989 de unos padres cuyo físico era muy bueno y cuyos abuelos habían padecido sobrepeso en algún momento de su vida. Genética a medias. 

De pequeña, siempre he sido una niña con un peso normal, aunque de chiquitina siempre alardeaban (sobre todo mis abuelas y mi madre) de que yo tenía "rebolletes" o "rosquillitas", como dicen en mi tierra, en las piernas como símbolo de estar sanota... 

Bien es cierto que en mi adolescencia, allá por los 14 o 15 años estaba bastante delgada, porque mis hormonas estaban en plena ebullición y hacía muchísimo deporte gracias a las clases de gimnasia del instituto. Pero también es cierto que nunca he sido una chica con un cuerpo 10, de esos que salen en las películas... Ni lo quería.

Desde los 17 años, tengo un certificado de que mi capacidad alveolar, pulmonar y cardíaca no son óptimos para realizar ejercicios de alta intensidad que conlleven un esfuerzo respiratorio elevado. 
Bien, nunca he dejado que esto me influyera a la hora de realizar ejercicio, pero sí me servía de excusa (barata) para esos días perros en los que no me apetecía ni salir a pasear.

Después de ese diagnóstico y de esa temporada, mi cuerpo fue tomando forma de "adulta" y ahí empezaron a acumularse los kilos.
Empecé a hacer todo tipo de dietas, todas las imaginables, tachadas de buenas para la salud, de no pasar hambre, de los 3 días, de los 7 días, militares, del pepino, del kiwi, de depurar el cuerpo, de definir y tonificar, bla... bla... bla... TODAS.

Cuando empecé la universidad, allá por el 2012 y debido a que a penas hacía más deporte que subir y bajar las escaleras del metro y del centro, seguí acumulando kilos, kilos que no me venían nada bien a nivel de salud.
Decidí comprar una tabla para hacer ejercicios en casa, pues cuando llegaba de la universidad no me apetecía salir de nuevo a correr o al gimnasio. Pronto me di cuenta de que me servía los primeros 8 días, luego lo dejaba por aburrimiento.

Llegó el día en que tuve que hacerme el chequeo general anual, el que se hace en el médico. 

Cual fue mi sorpresa, que después de realizar las pruebas pertinentes de respiración, flexión, torsión, fuerza, etc, etc, etc. El médico me entrega un sobre con dos papeles adjuntos:
  • Los resultados de mi examen médico
  • Una citación para ver al nutricionista de la sanidad pública por "Sobrepeso".
Nunca antes nadie me había dicho que podía padecer sobrepeso y nunca antes pensé que una única palabra minaría mi moral tanto como aquella.

Con las mismas, me fui a ver a aquella señora que se hacía llamar nutricionista, pero que pronto se convirtió en mi peor enemiga, pues desde la primera visita (y la única) sentí que me miraba con desprecio por encima de sus gafas de media luna, mientras me decía: "Tienes que salir a correr, pero en serio eh? No vayas un día y luego no vuelvas más eh?", "Nos vemos al mes que viene".
Pues espero que estuviera esperando sentada, porque no volví.

Después de aquello, la palabra sobrepeso (aún a día de hoy, pasados dos años y que ya no lo padezco) sigue persiguiéndome en mi historial clínico. 
Da igual que desde entonces me hayan operado dos veces, que haya tenido episodios de infección casi letal, que sufra de alergia asmática crónica....
Para la sanidad pública, seguiré estando gorda....

CONTINUARÁ....

martes, 10 de octubre de 2017

Mi historia con las dietas. Parte 1

Buenas muchach@s!!

Vuelvo después de mucho tiempo, aprovechando que he podido sacar un huequito en mi más que ajetreada y apretada agenda laboral.... Como siempre os pido perdón!!

Como veis en el título de la entrada que os traigo, os quiero hablar de las DIETAS, a nivel general. Lo voy a hacer en tres entradas, para que no sean excesivamente largas.

En esta primera parte os hablaré de por qué hacemos dietas y por qué deberíamos hacerlas, en la segunda entrada os hablaré de mi historia con las dietas y en la tercera parte, os contaré cómo pude bajar ¡hasta 16kg sin efecto rebote! gracias a una dieta que sí funciona y que está al alcance de TOD@S!

Empezamos.


Sé que much@s hacéis dieta ahora mismo, creo que hacer dieta es algo que tod@s hemos hecho en algún momento de nuestra vida, pero, parad a pensar... ¿POR QUÉ HACEMOS DIETA?

Antes de empezar, hay que tener muy en cuenta que el aspecto psicológico y el cuerpo humano están altamente ligados y por lo tanto el estado emocional de la persona influye en gran manera en la salud física.

Es por esto que hacer una dieta afecta altamente el aspecto psicológico... ¿Por qué?


Muchas veces (cerca del 89,9% de las veces), el abandonar una dieta puede conducir a un estado depresivo que guiará a la persona a comer más y a aumentar el peso que se tenía originalmente antes de empezar la dieta. 
Esto es conocido vulgarmente como el "Efecto yo-yo" o "Efecto rebote", que no es más que un estado anímico depresivo.

Por lo tanto, OJO! Las dietas realizadas por problemas psicológicos o sociales (pensar que los demás piensan que estás gord@), no son buenas pues afectan emocionalmente al individuo y algunas veces lo hacen caer en largos períodos depresivos por no haber logrado el objetivo.
Otro OJO que os quiero remarcar muy mucho es que "Estar delgad@ no implica estar san@", quedaros con esta copla, porque es muy importante.

Tened en cuenta que, hay que hacer dieta, SÍ y SÓLO SÍ:
  • Vuestra salud depende de ello (prescripción médica).
  • Queréis cambiar algún aspecto de vuestro cuerpo porque VOSOTR@S MISM@S sentís una carencia a nivel psicológico y os sentís con fuerza de voluntad para dicho cambio.
  • Tenéis claro que vuestras características psicológico-emocionales son estables.
Y hasta aquí la entrada de hoy chic@s.

Nos leemos en los comentarios!!! Sed felices!!!! =)